La poesía me salva. Pero no es gratis ese milagro. La pago minuto a minuto con la aceptación obscena de mis temores y mis deseos. (Valeria Pariso)

Estoy entrenando a mis ángeles.

Estoy entrenando a mis ángeles.
Estoy afilando tu nombre para mostrárselo a la Doctora B.
Y estoy abriendo el pecho para que las palabras suspiren hondo y lleguen hasta vos.
Hoy limpié la casa entera y me decidí.
Este no es un amor de cuadernos.
Este es un amor guerrero.
Encontrado en la calle y amparado por mí.
Voy a escribir un "te amo" en un billete de 500
y te lo voy a pegar en la cara.

Dormir en tus auriculares.

Podría quedarme a dormir en tus auriculares. Porque escribir también es hacer música. Subir y bajar los decibeles del oído, quedarse en el susurro, salir a despertarte, usar instantes suaves, ponerte furia loca, decir “me bajo a tiempo”, poner STOP segura. Podría quedarme. Darle risa a tus orejas, meterme de pronto en los sueños, moverme al compás de tu boca, temblar con tus miedos mayores… podría. Pero si necesitás del silencio o se te caen los auriculares en la almohada y no hacés nada…. me quedo a escribir, como siempre que te dejo con tu vida. Yo puedo y me entrego a crear y sin murmullos. Me pinto de rojo las manos. Te tengo en mi mundo sin sacarte del tuyo. Te miro feliz y no me vendo. Te dibujo un cable al cielo. Y te permito buscarte, siempre mientras te encuentro. Pero si necesitás del sueño, yo te escribo lentas ovejitas. Porque escribir también es hacer silencio. ¡Claro que podría silenciarme! Y permitirte dormir en mis renglones. Y que me dejes dormir en tus auriculares.

Hoy estuve a punto de irme.

Hoy estuve a punto de irme. Estaba decidida. Llegaba a casa y me hacía un cóctel de pastillas. Quería que me abrace la luz. QUIERO QUE ME ABRACE LA LUZ. No sé qué es lo que me retiene en este mundo. Los pelotudos de mis vecinos pusieron reggaetón para todo el barrio. Hay gente que se merece un CHARLY en la frente. ¿Y si hay un castigo para los que se suicidan? Porque el problema no es si no hay nada más allá, el problema es si hay y me tengo que comer el viaje por boluda. Tengo miedo de decirle a la doctora la verdad. No sé si quiero que me internen de vuelta. No quiero que me vuelvan a pinchar. No quiero afearme. No quiero engordar. ¿Quién me va a llevar yerba y cigarrillos? No. Tengo que ser inteligente. Nadie tiene que saber que planeo desaparecer. QUIERO DESAPARECER. No me molestaría si Dios me ayuda y me lleva. Mientras tanto, mientras espero a que se decida… seguiré escribiendo poemas. Alguien tiene que abrazar mis poemas. Y yo tengo que enterarme y sonreír. Que sea pronto, por favor, así me olvido de una vez por todas de este asunto y logro amar la vida un poquitito más que a la poesía. Mi poesía. A quien más leo es a mí misma. Soy lo mejor que conozco. Cuando nos expresamos sin miedo al qué dirán somos hermosos.

Cuando llueve vale todo.

Cuando llueve vale todo.
Corazón sin rey.
Casita perdida entre los charcos y el pasto.
Bendito sea el pasto.
Bendita sea tu imagen que me salva del hartazgo.
Horribles serían mis horas sin tu cara.
Más horribles que la palabra VIOLENCIA haciendo dedo en una cuadra de tu alma.

La mano que da vida también mata.

139 lexatins.

yo
a todos
mis monstruos
los devoro cantando
hoy, por ejemplo, te amé y te odié incontables veces escuchando Fito Páez
bailé desnuda hasta no poder respirar
dejé un charco de desolación bajo mis pies
me purifiqué
puedo dormir en paz

Huelo.

huelo a hembra que espera ser amada
huelo a cigarrillo y a carne cansada
huelo a yerba mate
huelo a dulzura
huelo a nena sola
huelo a poesía
huelo a “vacío bien pensado”
huelo a chocolates caros y robados
huelo a noche larga
huelo a resurrección


Los ángeles están.

creo que vos no podés dimensionar la profundidad de mi amor
creo que desconocés mi fuerza y mi fuego
creo que no pude mostrarte el otro lado de mi casa (todavía)
creo que sólo leerme te hace mal
yo soy mucho más que mi frágil poesía
yo soy mucho más que lo que digo
intoxicada de angustia y soledad
yo soy una guerrera
¿no ves mi espada?
¿no ves las marcas que me dejaron los combates?
¿no ves la paz que germina gracias a la guerra?
“¿no ves mi capa azul?”
¿no ves mis piernas curtidas de tanto pedalear?
creo que desconocés mi fuerza y mi fuego
creo que te falta aceptarte vencida
creo que el amor te vuelve frágil
creo que el amor te vuelve poesía
creo que no pude mostrarte el otro lado de mi casa (todavía)
creo que no logro convencerte del todo
creo que te devoran los miedos
tus dudas propias
tus propios monstruos
creo que darle la mano a mis ángeles no te vendría nada mal
creo que, desde chica, el hambre y la pobreza material
me hicieron buscar la riqueza espiritual
en todas las cosas
y por sobre todas las cosas
¿qué quiero decir con esto?
que sé luchar
aunque la palabra “lucha” me parta en dos el corazón
sé abrir caminos donde sólo hay caras de “todavía no”
sé recibir las adversidades y el dolor
sé dibujar un silencio donde todo es ruido
sé llenarme los ojos con un poco de cielo
sé llenarme la panza con un poco de pan
sé estar triste
sé llorar
pero también sé abrir la puerta para salir a batallar
los ángeles me cuidan
los ángeles están

Las orejas se abren y entro yo.

Las orejas se abren y entro yo.
Hago mi casita en sus orejas.
Una mano blanca y de dedos puros me toca como pidiendo “permiso” y me lleva a dar una vuelta.
“¿Adónde vamos?”, le pregunto.
“No estás muerta”, me contesta.

Mientras escribo esto soy otra.

No sé hacia dónde va mi vida.
Escucho música, fumo, tomo mate.
Me preocupo por mí.
Me preocupo demasiado.
No sé, dudo de todo.
No paro de buscar distracciones.
¿De qué estaré queriendo escapar?
Todas mis horas son nada, sólo quiero estar sentada.
Sólo quiero estar quieta.
Inmóvil.
Dejando que todo caiga sobre mí.
Estando por debajo y por encima de todas las cosas.
Mientras escribo esto soy otra.
Sueño con un amor que me rodee de fuego.
Sueño con un amor que me transforme.
Yo soy todas las cosas.
No estoy separada, me confundo con la música y la casa.
De un modo u otro: confío en el universo.
Me permito flotar.
Dejo todo en sus manos de cristal.
No sé expresarme de otra forma.
Yo estoy acá porque tengo que estar.
Y siempre estoy esperando un poema.
Lo único que espero de la vida es un poema.
Tengo una vida blanca y una vida negra.
Con hambre no se puede pensar.
Abandonada y abandonadora.
Te voy a lastimar los ojos con mi boca.
No somos capaces de sentirnos solos.
Y somos solos.
Tengo poco.
Y estoy lejos.
La distancia agiganta todo.
Yo nací para mirar lo que pocos pueden ver.
Todo lo otro es una farsa.
Un disfrazarse de cosas “necesarias”.
Descargo energía cuando escribo.
Me apasiona ver cómo se forman las palabras.
Igual que me apasiona sentir cómo se me abre el pecho cuando fumo.
Tengo sueño.
Bah, tengo ganas de sentir horizontal el cuerpo.
Y hace frío.
Sueño con un amor que me rodee de fuego.